Jua 1:12 mas a todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre;
Jua 1:13 los cuales no fueron engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Jua 1:14 Y el Verbo fué hecho carne, y habitó,[3] entre nosotros, lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como de unigénito enviado del Padre.
Jua 1:15 Juan dió testimonio de él, y clamó, diciendo: Este es de quien yo dije: El que viene tras mí, ha sido antepuesto a mí,[4] porque era primero que yo.
Jua 1:16 Porque de su plenitud hemos recibido todos, y gracia sobre gracia;
Jua 1:17 pues la Ley fué dada por medio de Moisés, mas la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Jua 1:18 A Dios nadie le ha visto jamás; el unigénito Dios,[1] que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Jua 1:19 Este también es el testimonio que Juan dió, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: ¿Tú, quién eres?
Jua 1:20 El confesó, y no negó; mas confesó: Yo no soy el Cristo.
Jua 1:21 Y le preguntaron: ¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No lo soy. ¿Eres tú el Profeta? Respondió: No.
Jua 1:22 Dijéronle entonces: ¿Quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
Jua 1:23 Dijo: Yo soy
«la voz de uno que clama en el desierto:
Enderezad el camino del Señor,»[2]
como dijo Isaías el profeta.