http://www.elarrebatamiento.com/ Apo 18:1
La caída de Babilonia[a]
Después de esto vi otro ángel que descendía del cielo con gran poder, y la tierra fue alumbrada con su gloria.
Apo 18:2 Clamó con voz potente, diciendo:
«¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia![b]
Se ha convertido en habitación de demonios,
en guarida de todo espíritu inmundo
y en albergue de toda ave inmunda y aborrecible,[c]
Apo 18:3 porque todas las naciones han bebido
del vino del furor de su fornicación.[d]
Los reyes de la tierra han fornicado con ella
y los mercaderes de la tierra se han enriquecido
con el poder de sus lujos sensuales».
Apo 18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía:
«¡Salid de ella, pueblo mío,[e]
para que no seáis partícipes de sus pecados
ni recibáis parte de sus plagas!,
Apo 18:5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo[f]
y Dios se ha acordado de sus maldades.
Apo 18:6 Dadle a ella tal como ella os ha dado[g]
y pagadle el doble según sus obras.
En el cáliz en que ella preparó bebida,
preparadle el doble a ella.
Apo 18:7 Cuanto ella se ha glorificado
y ha vivido en deleites,
tanto dadle de tormento y llanto,
porque dice en su corazón:
“Yo estoy sentada como una reina,
no soy viuda y no veré llanto”».
Apo 18:8 Por lo cual, en un solo día
vendrán sus plagas:[h]
muerte, llanto y hambre,
y será quemada con fuego,
porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Apo 18:9 Los reyes de la tierra que han fornicado con ella y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella cuando vean el humo de su incendio.
Apo 18:10 Poniéndose lejos por el temor de su tormento, dirán:
«¡Ay, ay de la gran ciudad,
de Babilonia, la ciudad fuerte!,
porque en una sola hora vino tu juicio».[i]
Apo 18:11 Los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías:[j]
Apo 18:12 mercadería de oro y plata; de piedras preciosas y perlas; de lino fino, púrpura, seda y escarlata; de toda madera olorosa, todo objeto de marfil y todo objeto de madera preciosa; de cobre, hierro y mármol;
Apo 18:13 canela y especias aromáticas; incienso, mirra y olíbano; vino y aceite; flor de harina y trigo; bestias y ovejas; caballos y carros; esclavos y almas de hombres.[k]
Apo 18:14 Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado y nunca más las hallarás.
Apo 18:15 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pondrán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,[l]
Apo 18:16 diciendo:
«¡Ay, ay de la gran ciudad,
que estaba vestida de lino fino,
púrpura y escarlata,
y estaba adornada de oro,
piedras preciosas y perlas!,[m]
Apo 18:17 porque en una sola hora
han sido consumidas tantas riquezas».
Todo piloto y todos los que viajan en naves, los marineros y todos los que trabajan en el mar, se pusieron lejos,[n]
Apo 18:18 y viendo el humo de su incendio dieron voces, diciendo: «¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?».
Apo 18:19 Y echaron polvo sobre sus cabezas y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo:
«¡Ay, ay de la gran ciudad,
en la cual todos los que tenían naves en el mar
se habían enriquecido de sus riquezas!
¡En una sola hora
ha sido desolada![ñ]
Apo 18:20 Alégrate sobre ella, cielo,
y vosotros santos,[o] apóstoles y profetas,
porque Dios os ha hecho justicia en ella».
Apo 18:21 Un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo:
«Con el mismo ímpetu será derribada
Babilonia, la gran ciudad,
y nunca más será hallada.[p]
Apo 18:22 Voz de arpistas, músicos,
flautistas y trompetistas
no se oirá más de ti.
Ni se hallará más en ti
artífice de oficio alguno,
ni ruido de molinos
se oirá más en ti.[q]
Apo 18:23 Luz de lámpara
no alumbrará más en ti,
ni voz de esposo y esposa
se oirá más en ti,[r]
porque tus mercaderes
eran los grandes de la tierra
y por tus hechicerías fueron
engañadas todas las naciones.
Apo 18:24 En ella se halló la sangre de los profetas y de los santos y de todos los que han sido muertos en la tierra».
La caída de Babilonia[a]
Después de esto vi otro ángel que descendía del cielo con gran poder, y la tierra fue alumbrada con su gloria.
Apo 18:2 Clamó con voz potente, diciendo:
«¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia![b]
Se ha convertido en habitación de demonios,
en guarida de todo espíritu inmundo
y en albergue de toda ave inmunda y aborrecible,[c]
Apo 18:3 porque todas las naciones han bebido
del vino del furor de su fornicación.[d]
Los reyes de la tierra han fornicado con ella
y los mercaderes de la tierra se han enriquecido
con el poder de sus lujos sensuales».
Apo 18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía:
«¡Salid de ella, pueblo mío,[e]
para que no seáis partícipes de sus pecados
ni recibáis parte de sus plagas!,
Apo 18:5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo[f]
y Dios se ha acordado de sus maldades.
Apo 18:6 Dadle a ella tal como ella os ha dado[g]
y pagadle el doble según sus obras.
En el cáliz en que ella preparó bebida,
preparadle el doble a ella.
Apo 18:7 Cuanto ella se ha glorificado
y ha vivido en deleites,
tanto dadle de tormento y llanto,
porque dice en su corazón:
“Yo estoy sentada como una reina,
no soy viuda y no veré llanto”».
Apo 18:8 Por lo cual, en un solo día
vendrán sus plagas:[h]
muerte, llanto y hambre,
y será quemada con fuego,
porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Apo 18:9 Los reyes de la tierra que han fornicado con ella y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella cuando vean el humo de su incendio.
Apo 18:10 Poniéndose lejos por el temor de su tormento, dirán:
«¡Ay, ay de la gran ciudad,
de Babilonia, la ciudad fuerte!,
porque en una sola hora vino tu juicio».[i]
Apo 18:11 Los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías:[j]
Apo 18:12 mercadería de oro y plata; de piedras preciosas y perlas; de lino fino, púrpura, seda y escarlata; de toda madera olorosa, todo objeto de marfil y todo objeto de madera preciosa; de cobre, hierro y mármol;
Apo 18:13 canela y especias aromáticas; incienso, mirra y olíbano; vino y aceite; flor de harina y trigo; bestias y ovejas; caballos y carros; esclavos y almas de hombres.[k]
Apo 18:14 Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado y nunca más las hallarás.
Apo 18:15 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pondrán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,[l]
Apo 18:16 diciendo:
«¡Ay, ay de la gran ciudad,
que estaba vestida de lino fino,
púrpura y escarlata,
y estaba adornada de oro,
piedras preciosas y perlas!,[m]
Apo 18:17 porque en una sola hora
han sido consumidas tantas riquezas».
Todo piloto y todos los que viajan en naves, los marineros y todos los que trabajan en el mar, se pusieron lejos,[n]
Apo 18:18 y viendo el humo de su incendio dieron voces, diciendo: «¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?».
Apo 18:19 Y echaron polvo sobre sus cabezas y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo:
«¡Ay, ay de la gran ciudad,
en la cual todos los que tenían naves en el mar
se habían enriquecido de sus riquezas!
¡En una sola hora
ha sido desolada![ñ]
Apo 18:20 Alégrate sobre ella, cielo,
y vosotros santos,[o] apóstoles y profetas,
porque Dios os ha hecho justicia en ella».
Apo 18:21 Un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo:
«Con el mismo ímpetu será derribada
Babilonia, la gran ciudad,
y nunca más será hallada.[p]
Apo 18:22 Voz de arpistas, músicos,
flautistas y trompetistas
no se oirá más de ti.
Ni se hallará más en ti
artífice de oficio alguno,
ni ruido de molinos
se oirá más en ti.[q]
Apo 18:23 Luz de lámpara
no alumbrará más en ti,
ni voz de esposo y esposa
se oirá más en ti,[r]
porque tus mercaderes
eran los grandes de la tierra
y por tus hechicerías fueron
engañadas todas las naciones.
Apo 18:24 En ella se halló la sangre de los profetas y de los santos y de todos los que han sido muertos en la tierra».
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