(“¿De Nazaret puede salir algo de bueno?”

[Juan_1:46]). El Señor Jesús fue conocido como “el hijo del carpintero” (Mateo_13:55; Mar_6:3)



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domingo, 13 de enero de 2013

Evangelista Arnaldo Torres-El diablo no juega,no juegues tú.

INIQUIDAD
A. Verbo

'awa (עָוָה, H5753), «hacer iniquidad». Este verbo se encuentra en la Biblia 17 veces. En arábigo tiene el significado de «doblar» o «desviarse del camino». 'Awah se usa a menudo como sinónimo de jata, «pecar», como en Sal_106:6 : «Hemos pecado [jata] como nuestros padres; hemos hecho iniquidad [awah']; hemos actuado impíamente [rasha']» (RVA).

B. Nombres

'awon (עַוין, H5771), «iniquidad; culpa; castigo». Este nombre, que se encuentra 231 veces en el Antiguo Testamento, se limita al hebreo y arameo bíblico. Los libros proféticos y poéticos usan 'awon con frecuencia. En todo el Pentateuco hay unos 50 casos del vocablo. Además, el uso en los libros históricos es infrecuente. La primera enunciación de 'awon proviene de los labios de Caín, con la connotación especial de «castigo»: «Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado» (Gén_4:13).

El significado básico de 'awon es «iniquidad». El término indica una ofensa, intencional o no, en contra de la Ley de Dios. Posee el mismo significado veterotestamentario fundamental con jatta't, «pecado», por lo que los vocablos jatta't y 'awon son virtualmente sinónimos: «He aquí que esto [el carbón encendido] ha tocado tus labios [los de Isaías]; tu culpa ['awon] ha sido quitada, y tu pecado [jatta't] ha sido perdonado (Isa_6:7 RVA).

La «iniquidad» merece castigo porque es una ofensa a la santidad de Dios. Se advierte que Dios castiga nuestras transgresiones: «Cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera» (Jer_31:30). Hay además un sentido colectivo en que el uno es responsable por los muchos: «No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy Jehová tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen» (Éxo_20:5 RVA). Ninguna generación, no obstante, debe considerarse bajo el juicio de Dios por la «iniquidad» de otra generación: «Y si preguntáis: ¿Por qué es que el hijo no cargará con el pecado de su padre? Es porque el hijo practicó el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los puso por obra; por eso vivirá. El alma que peca, esa morirá. El hijo no cargará con el pecado del padre, ni el padre cargará con el pecado del hijo. La justicia del justo será sobre él, y la injusticia del impío será sobre él» (Eze_18:19-20 RVA).

Israel fue llevada al cautiverio por los pecados de los padres y los suyos: «Las naciones sabrán también que la casa de Israel fue llevada cautiva por causa de su pecado. Porque se rebelaron contra mí, yo escondí de ellos mi rostro y los entregué en mano de sus enemigos; y todos ellos cayeron a espada» (Eze_39:23 RVA).

A pesar de la seriedad con que Dios trata la «iniquidad» dentro de la relación del pacto entre él y su pueblo, se le recuerda al pueblo que él es el Dios viviente y que está dispuesto a perdonar la «iniquidad»: «¡Jehová, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y grande en misericordia y verdad, que conserva su misericordia por mil generaciones, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que de ninguna manera dará por inocente al culpable; que castiga la maldad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación!» (Éxo_34:7 RVA). Dios requiere confesión de pecado: «Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis rebeliones a Jehová y tú perdonaste la maldad de mi pecado» (Sal_32:5 RVA); él también espera una actitud de confianza y fe cuando le pedimos con humildad: «Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado» (Sal_51:2).

En Isaías 53 aprendemos que Dios colocó sobre Jesucristo nuestras «iniquidades» (Isa_53:6), para que él, herido por nuestras «iniquidades» (Isa_53:5), justificara los que en él creyeren: «Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho: por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará sobre sí las iniquidades de ellos» (Isa_53:11 NRV).

El sentido de 'awon abarca las dimensiones de pecado, juicio y «castigo» por el pecado. El Antiguo Testamento enseña que el perdón divino de nuestra «iniquidad» incluye el propio pecado, la culpa del pecado, el juicio de Dios sobre este pecado y el castigo divino por el pecado: «Bienaventurado el hombre a quien Jehová no atribuye iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño» (Sal_32:2 RVA).

En la Septuaginta el vocablo tiene las siguientes acepciones: adikia («maldad; iniquidad»); hamartia («pecado; error») y anomia («sin ley; anarquía»). En las traducciones en castellano (sobre todo en las protestantes) el término «iniquidad» es bastante uniforme, aunque también se encuentra el vocablo «pecado» y términos más especializados como «culpa», «delito», «maldad» y «falta» (particularmente en traducciones católicas).

'awen (אָוֶֶן, H205), «iniquidad; infortunio, desgracia». Este nombre se deriva de una raíz que significa «fuerte», y que se encuentra únicamente en las lenguas semíticas nordoccidentales. El término aparece unas 80 veces y casi exclusivamente en lenguaje profético-poético. Isaías se destaca por su uso del vocablo. La primera vez que se encuentra es en Núm_23:21 : «él no ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto maldad en Israel. Jehová su Dios está con él; en medio de él hay júbilo de rey» (RVA).

La acepción «desgracia» o «infortunio» se pone de manifiesto en las maquinaciones de los malos en contra de los justos: «Si alguien viene a verme, habla mentira. Su corazón acumula iniquidad para sí, y saliendo afuera, lo divulga» (Sal_41:6 RVA). 'Awen en este sentido es sinónimo de 'êd, «desastre» (Job_18:12). En un sentido muy real 'awen es parte de la existencia humana, y como tal el vocablo es idéntico a 'amall, «trabajo», como en Sal_90:10 : «Los días de nuestra vida son setenta años; y en los más robustos, ochenta años. La mayor parte de ellos es duro trabajo y vanidad; pronto pasan, y volamos» (RVA).

'Awen, en un sentido más profundo, caracteriza el estilo de vida de los que no tienen a Dios: «Porque el vil habla vilezas; su corazón trama la iniquidad para practicar la impiedad y hablar perversidades contra Jehová, a fin de dejar vacía al alma hambrienta y privar de bebida al sediento» (Isa_32:6 RVA). El ser del hombre se ha corrompido por la «iniquidad». Aunque toda la humanidad está sujeta a 'awen («trabajo, afán»), hay quienes se deleitan en causar dificultades y «desgracias» para otros, tramando, mintiendo y comportándose engañosamente. El salmista describe la iniquidad como estilo de vida de la siguiente manera: «He aquí que gesta maldad, concibe afanes y da a luz mentira» (Sal_7:14 RVA; cf. Job_15:35).

Aquellos que participan en las obras de las tinieblas son «obreros de iniquidad», hacedores de maldad o causantes de «desgracia» y desastre. 'Awen tiene sinónimos que comunican este sentido: ra', «maldad», y ras'ha, «malos» (antónimos de «rectitud» y «justicia»). Ellos buscan la perdición de los justos (Sal_141:9). Entre Sal_5:5 y Sal_141:9 el número de alusiones a «los que obran iniquidad» llega a 16 (cf. «Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad», Sal_5:5). En el contexto de este pasaje, el mal del que se habla es mentira, derramamiento de sangre y engaño (Sal_5:6). El aspecto calificativo de «iniquidad» llega a su máxima expresión en los verbos que acompañan a 'awen. Los malos obran, hablan, engendran, piensan, conciben, recogen, cosechan y aran 'awen. La «iniquidad» se manifiesta en la «desgracia» e «infortunio» que sobreviene a los justos. A la larga, cuando las fiestas religiosas de Israel (Isa_1:13) y sus leyes (Isa_10:1) se vieron afectadas por su estilo de vida apóstata, acabaron actuando y viviendo como los gentiles. La esperanza profética se afianzó en el período posterior a la purificación de Israel, cuando el reino mesiánico traería una era de justicia y rectitud (Isaías 32) y la vanidad e impiedad de los malos se pondría de manifiesto.

La Septuaginta tiene varias traducciones: anomia («sin ley»); kopos («trabajo; obra; afán»); mataios («vacío; estéril; vano; impotente»); poneria («maldad; malicia; injusticia»); y adikia («impiedad; maldad; injusticia»). Las revisiones de la RV favorecen las siguientes traducciones: «iniquidad; vanidad; impiedad». 

Michael Bayard and Ann Roach: Ancient Hebrew Chant "Shema"

ALABAR
A. Verbos

halal (הָלַל, H1984), «alabar, celebrar, glorificar, cantar, alardear». El sentido de «alabar» es, en efecto, la acepción de la forma intensiva del verbo hebreo halal, que en su modalidad activa simple significa «alardear». Este último sentido se encuentra en las formas cognadas del acádico antiguo, cuyos dialectos son las lenguas de Babilonia y de Asiria. En ugarítico, el vocablo tiene la acepción de «gritos» y tal vez de «júbilo». Encontramos halal más de 160 veces en el Antiguo Testamento y por primera vez en Gén_12:15, en donde se indica que, debido a la gran belleza de Sara, los príncipes del faraón la «alabaron» («la ponderaron», BJ, NBE) delante de él.

Aunque halal se usa a menudo solo para indicar la «alabanza» que se hace a personas, incluyendo al rey (2Cr_23:12) o la belleza de Absalón (2Sa_14:25), el término se usa mayormente para «alabar» a Dios. Es más, a todo ser viviente y todas las cosas creadas, incluyendo el sol y la luna, se les llaman a «alabar» a Dios (Sal_148:2-5, Sal_148:13; Sal_150:1). Típicamente, tal «alabanza» se expresa en el santuario, sobre todo durante las grandes fiestas (Isa_62:9).

El nombre hebreo para el libro de Salmos es sencillamente el equivalente del vocablo «alabanzas». Tiene un sentido más apropiado que «Salmos», lo cual proviene del griego y tiene que ver con cánticos acompañados por algún instrumento de cuerda. No es de extrañarse que el libro de Salmos contiene más de la mitad de los casos de halal en sus varias modalidades. A los Salmos 113—118 se les denomina tradicionalmente los «Salmos Hallel», pues tienen que ver con la alabanza a Dios por la liberación de la esclavitud egipcia bajo Moisés. Por esta razón, estos salmos forman una parte importante del culto tradicional de la Pascua. No cabe duda que se tratan de los himnos que Jesús y sus discípulos cantaron en la noche en que instituyó la Cena del Señor (Mat_26:30).

De la palabra halal proviene «Aleluya» (aleluya), una expresión hebrea de «alabanza» a Dios que se ha incorporado a casi todos los idiomas del mundo. El término hebreo se traduce más exactamente como «Alabemos a Jah» (o «Ya»), la forma abreviada de «Yahveh» (Jehová), el nombre particular israelita de Dios. El término «Jah» se encuentra en la traducción RVR de Sal_68:4, fiel al texto hebreo y la BJlo traduce «Yahveh» (Sal_68:5). [La mayoría de las versiones siguen la traducción tradicional de «Señor», según la práctica que comenzó en el judaísmo antes del Nuevo Testamento. El término hebreo «Señor» se sustituía por «Yahveh» (Jehová), que probablemente significaba «El que hace ser».] La transliteración de aleluya en griego se encuentra 4 veces en el Nuevo Testamento en forma de «Alleluia» (Apo_19:1, Apo_19:3-4, Apo_19:6). Sin duda, los himnos cristianos quedarían muy empobrecidos si se quitara de repente el término «Aleluya» de nuestro lenguaje de alabanza.

yada'h (יָדָה, H3034), «dar gracias, loor y alabanza». Este es un vocablo hebreo muy común a todos los períodos y un término muy importante en el lenguaje de la alabanza. yada'h se encuentra casi 120 veces en la Biblia hebraica. El primero de estos casos lo encontramos en la historia del nacimiento de Judá, el hijo de Jacob y Lea: «Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá» (Gén_29:35).

Como era de esperarse, esta palabra aparece con mayor frecuencia en el Libro de Salmos (unas 70 veces). Como expresión de gratitud o alabanza, es un elemento natural del culto ritual público, así como de la alabanza personal a Dios (Sal_30:9, Sal_30:12; Sal_35:18). Muy a menudo las alabanzas se encaminan en nombre del Señor (Sal_106:47; Sal_122:4).

Cierta variación en las traducciones puede percibirse en 1Re_8:33 : «confesar» (RV, NBE, BLA), «alabar» (BJ) su nombre.

B. Nombres

tehillah (תְּּהִלָה, H8416), «gloria; alabanza; canción de loor; acciones loables». tehillah aparece 57 veces durante todos los períodos de la historia bíblica hebrea.

Primero, el término denota una cualidad o atributo de alguna persona o cosa; significa «gloria» o «loable» : «él es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto» (Deu_10:21). Israel es la «gloria» de Dios cuando existe en un estado de exaltación y de bendición divina: «Ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra» (Isa_62:7; cf. Jer_13:11).

Segundo, en algunos casos tehillah representa las palabras o la canción en la que a Dios se alaba en público, o mediante las cuales su «gloria» se declara públicamente: «De ti será mi alabanza [es el Mesías que habla] en la gran congregación» (Sal_22:25). El Sal_22:22 es aun más claro: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré».

Tercero, con un matiz particular, tehillah se usa como término técnico musical para una canción (sir) que exalta o alaba a Dios: «Salmo de alabanza de David» (encabezamiento del Salmo 145, que en hebreo es el v. 1). Tal vez Neh_11:17 se refiere a un director de coro o alguien que dirige las canciones de «alabanzas»: «Y Matanías … hijo de Asaf, el principal, el que empezaba las alabanzas y acción de gracias al tiempo de la oración [quien al principio dirigía la alabanza a la hora de la oración]».

Por último, tehillah puede representar acciones dignas de «alabanza», o acciones por las que el responsable merece «alabanza y gloria». Esta acepción se encuentra en la primera vez que el vocablo aparece en la Biblia: «¿Quién como tú Jehová entre los dioses? ¿Quién como tú magnífico en santidad, temible en maravillosas hazañas [hechos loables], hacedor de prodigios?» (Éxo_15:11).

Dos nombres relacionados son mahaalal e hillûlîm. Mahaalal aparece una vez (Pro_27:21) y se refiere al grado de intensidad de la «alabanza» o bien su ausencia. Hillûlîm, que aparece 2 veces, significa «jubilación festiva» durante la cosecha del cuarto año (Lev_19:24; Jue_9:27).

tôda (תּוידָה, H8426), «acción de gracias». Esta importante modalidad sustantiva, que se encuentra unas 30 veces en el Antiguo Testamento, se usa con el sentido de «agradecer». El término se ha preservado en el hebreo moderno como la palabra usual para «dar gracias». En el texto hebreo, tôda se usa para señalar «acción de gracias» mediante canciones de adoración (Sal_26:7; Sal_42:4). A veces el vocablo se usa para referirse a un coro o procesión de alabanza (Neh_12:31, Neh_12:38). Una de las ofrendas del sacrificio de paz se denominaba la ofrenda «en acción de gracias» (Lev_7:12). 

LA ADIVINACION PASTOR HUGO ALVAREZ

ADIVINACIÓN, ADIVINO
qasam (קָסַם, H7080), «adivinar, practicar la adivinación». Cognados de este vocablo aparecen en arameo tardío, en cóptico, siríaco, mandeano, etiópico y arábigo, así como la lengua de Palmira. La raíz hebrea aparece 31 veces en el texto bíblico: 11 veces como verbo, 9 como participio y 11 como nombre.

La adivinación era un paralelo pagano de la profecía: «No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación … Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios. Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis» (Deu_18:10, Deu_18:14-15 : primer uso del término).

El término qasam se refiere al acto de buscar la voluntad de los dioses a fin de conocer sus acciones futuras o conseguir su bendición para alguna acción propuesta (Jos_13:22). Es posible que los adivinadores conversaban con demonios (1Co_10:20).

En ciertos casos, la práctica de adivinación involucraba ofrendas y sacrificios sobre un altar a la divinidad (Núm_23:1 ss). A través de un hueco en la tierra, el adivinador se comunicaba también con los muertos (1Sa_28:8). O sacudía saetas, consultaba ídolos domésticos y estudiaba los hígados de animales muertos (Eze_21:21).

La adivinación era uno de los intentos humanos de conocer y controlar el mundo y el futuro, dejando de lado al Dios verdadero. Era lo opuesto a la verdadera profecía, la cual es esencialmente sumisión a la soberanía de Dios (Deu_18:14).

Tal vez el uso más ambiguo y complicado del término aparece en Números 22—23 y Pro_16:10, en donde parece ser equivalente a «profecía». Balaam tenía fama de adivino entre los paganos; al mismo tiempo, reconocía a Jehová como su Dios (Núm_22:18). Aceptó dinero por sus servicios y probablemente no tenía problemas con ajustar su mensaje al agrado de sus clientes. Esto explicaría el porqué Dios se enojó con él y lo confrontó (Núm_22:22 ss), aun cuando ya le había dicho que aceptara la comisión y acompañara a los enviados del rey (Núm_22:20). Según parece, Balaam había resuelto agradar a sus clientes. Pero, una vez que esa actitud se volvió sumisión, Dios le permitió seguir su camino (Núm_22:35). 

Pastor Hugo Alvarez posesiones diabólicas

Rom 1:1  Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,
Rom 1:2  que El ya había prometido por medio de sus profetas en las santas Escrituras, 
Rom 1:3  acerca de su Hijo, que nació de la descendencia de David según la carne, 
Rom 1:4  y que fue declarado Hijo de Dios con poder, conforme al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo, 
Rom 1:5  por medio de quien hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe entre todos los gentiles, por amor a su nombre; 
Rom 1:6  entre los cuales estáis también vosotros, llamados de Jesucristo; 
Rom 1:7  a todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos: Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 
Rom 1:8  En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, porque por todo el mundo se habla de vuestra fe. 
Rom 1:9  Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar hago mención de vosotros 
Rom 1:10  siempre en mis oraciones, implorando que ahora, al fin, por la voluntad de Dios, logre ir a vosotros. 
Rom 1:11  Porque anhelo veros para impartiros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; 
Rom 1:12  es decir, para que cuando esté entre vosotros nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la mía. 
Rom 1:13  Y no quiero que ignoréis, hermanos, que con frecuencia he hecho planes para ir a visitaros (y hasta ahora me he visto impedido) a fin de obtener algún fruto también entre vosotros, así como entre los demás gentiles. 
Rom 1:14  Tengo obligación tanto para con los griegos como para con los bárbaros, para con los sabios como para con los ignorantes. 
Rom 1:15  Así que, por mi parte, ansioso estoy de anunciar el evangelio también a vosotros que estáis en Roma. 
Rom 1:16  Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego. 
Rom 1:17  Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA. 
Rom 1:18  Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad; 
Rom 1:19  porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente. 
Rom 1:20  Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa. 
Rom 1:21  Pues aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. 
Rom 1:22  Profesando ser sabios, se volvieron necios, 
Rom 1:23  y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. 
Rom 1:24  Por consiguiente, Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos; 
Rom 1:25  porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén. 
Rom 1:26  Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza; 
Rom 1:27  y de la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío. 
Rom 1:28  Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen; 
Rom 1:29  estando llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos, engaños y malignidad; son chismosos, 
Rom 1:30  detractores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de lo malo, desobedientes a los padres, 
Rom 1:31  sin entendimiento, indignos de confianza, sin amor, despiadados; 
Rom 1:32  los cuales, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican.