(“¿De Nazaret puede salir algo de bueno?”

[Juan_1:46]). El Señor Jesús fue conocido como “el hijo del carpintero” (Mateo_13:55; Mar_6:3)



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martes, 19 de marzo de 2013

Obama pide al papa Francisco I paz y seguridad con Ley Dominical

Apo 13:1
El monstruo del mar
Vi subir del mar un monstruo que tenía siete cabezas y diez cuernos. En cada cuerno tenía una corona, y en las cabezas tenía nombres ofensivos[a] contra Dios.
Apo 13:2 Este monstruo que yo vi, parecía un leopardo; y tenía patas como de oso, y boca como de león.[b] El dragón le dio su poder y su trono, y mucha autoridad.[c]
Apo 13:3 Una de las cabezas del monstruo parecía tener una herida mortal; pero la herida fue curada, y el mundo entero se llenó de asombro y siguió al monstruo.[d]
Apo 13:4 Adoraron al dragón porque había dado autoridad al monstruo, y adoraron también al monstruo, diciendo: “¿Quién hay como este monstruo, y quién podrá luchar contra él?”

Apo 13:5 También se le permitió al monstruo decir cosas arrogantes y ofensivas contra Dios, y tener autoridad durante cuarenta y dos meses.[e]
Apo 13:6 Y así lo hizo; habló contra Dios,[f] y dijo cosas ofensivas contra él y su santuario y contra los que están en el cielo.
Apo 13:7 También se le permitió hacer guerra contra el pueblo santo, hasta vencerlo;[g] y se le dio autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación.[h]
Apo 13:8 A ese monstruo lo adorarán todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no están escritos, desde la creación del mundo,[i] en el libro de la vida[j] del Cordero que fue sacrificado.

Apo 13:9 Si alguno tiene oídos, oiga:

Apo 13:10 “A los que deban ir presos,
se los llevarán presos;
y a los que deban morir a filo de espada,
a filo de espada los matarán.”[k]

Aquí se verá la fortaleza y la fe del pueblo santo.[l]
Apo 13:11
El monstruo de la tierra
Después vi otro monstruo, que subía de la tierra. Tenía dos cuernos que parecían de cordero, pero hablaba como un dragón.
Apo 13:12 Y tenía toda la autoridad del primer monstruo, en su presencia, y hacía que la tierra y sus habitantes adoraran al primer monstruo,[m] el que había sido curado de su herida mortal.[n]
Apo 13:13 También hacía grandes señales milagrosas. Hasta hacía caer fuego del cielo a la tierra, a la vista de la gente.
Apo 13:14 Y por medio de esas señales que se le permitía hacer en presencia del primer monstruo, engañó a los habitantes de la tierra[ñ] y les mandó que hicieran una imagen de aquel monstruo que seguía vivo a pesar de haber sido herido a filo de espada.
Apo 13:15 Y al segundo monstruo se le dio el poder de dar vida a la imagen del primer monstruo, para que aquella imagen hablara e hiciera matar a todos los que no la adorasen.
Apo 13:16 Además, hizo que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, les pusieran una marca en la mano derecha o en la frente.[o]
Apo 13:17 Y nadie podía comprar ni vender, si no tenía la marca o el nombre del monstruo, o el número de su nombre.

Apo 13:18 Aquí se verá[p] la sabiduría; el que entienda, calcule el número del monstruo, que es un número de hombre. Ese número es el seiscientos sesenta y seis.[q]

Sof 1:2 II. ANUNCIO DEL DÍA DEL SEÑOR Y EXHORTACIÓN A LA HUMILDAD Y A LA JUSTICIA (1.2–2.3) Esto afirma el Señor:[c] “Voy a destruir completamente todo lo que hay sobre la tierra.[d] Sof 1:3 Destruiré a los hombres y los animales, destruiré las aves y los peces,[e] pondré tropiezo a los malvados y eliminaré de la tierra al hombre.” Esto afirma el Señor: Sof 1:4 “Extenderé mi mano[f] contra el pueblo de Judá y contra todos los que viven en Jerusalén. Borraré de este lugar todo rastro del falso dios Baal, y hasta el nombre de sus sacerdotes. Sof 1:5 Destruiré a los que suben a las azoteas para adorar a los astros,[g] y a los que se arrodillan jurando al mismo tiempo por mi nombre y por el nombre del dios Milcom.[h] Sof 1:6 También destruiré a los que se apartan de mí, a los que no me buscan ni acuden a consultarme.” Sof 1:7 ¡Guarden silencio en presencia del Señor,[i] porque el día del Señor está cerca! ¡El Señor ha dispuesto un sacrificio[j] y ha consagrado a sus invitados![k] Sof 1:8 “En el día del sacrificio castigaré a los jefes —dice el Señor—, a los hijos del rey y a todos los que visten ropa extraña. Sof 1:9 También castigaré en aquel día a los que saltan sobre los umbrales,[l] y a los que llenan de violencia y engaños la casa de sus amos.” Sof 1:10 Esto afirma el Señor: “En aquel día se oirán gritos de socorro desde la Puerta de los Pescados.[m] Gritará la gente en el Segundo Barrio[n] y habrá gran ruido de derrumbes desde las colinas. Sof 1:11 ¡Aúllen ustedes, habitantes del Barrio del Mortero,[ñ] porque todos los comerciantes[o] van a morir, todos los que trafican con dinero van a ser destruidos! Sof 1:12 “En aquel tiempo tomaré una lámpara y registraré Jerusalén.[p] Castigaré entonces a la gente que se siente tranquila como el vino reposado, y que se dice a sí misma: ‘¡El Señor no hará nada, ni bueno ni malo!’[q] Sof 1:13 Por eso, sus tesoros serán saqueados y sus casas destruidas. Construirán casas, pero no vivirán en ellas; plantarán viñas, pero no beberán de su vino.”[r] Sof 1:14 ¡Ya está cerca el gran día del Señor![s] ¡Ya está cerca, viene de prisa! El estruendo del día del Señor será amargo: ¡hasta los más valientes gritarán entonces! Sof 1:15 Será un día de ira, de angustia y aflicción, de ruina y desolación, de oscuridad y tinieblas, de nublado y sombras profundas;[t] Sof 1:16 será un día de trompeta y de clamor contra las ciudades fortificadas y sus altas torres. Sof 1:17 Dice el Señor: “Pondré en apuros a la gente. Caminarán como ciegos, porque pecaron contra mí. Su sangre será derramada como polvo, y su carne amontonada como estiércol.” Sof 1:18 En el día de la ira del Señor, no salvará a la gente ni su plata ni su oro, porque el fuego del enojo del Señor consumirá todo el país. ¡Todos los habitantes de la tierra quedarán destruidos en un solo instante!