(“¿De Nazaret puede salir algo de bueno?”

[Juan_1:46]). El Señor Jesús fue conocido como “el hijo del carpintero” (Mateo_13:55; Mar_6:3)



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martes, 2 de abril de 2013

APUNTES BÍBLICOS.: La Gran Tribulación y el Lugar Santo.

APUNTES BÍBLICOS.: La Gran Tribulación y el Lugar Santo.: Con las guerras y los rumores de guerra siendo noticia de todos los días alrededor de la ti...Apo 9:1  El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra.[a] Y se le dio la llave del pozo del abismo.[b]
Apo 9:2  Abrió el pozo del abismo, y del pozo subió humo como humo de un gran horno, y el sol y el aire se oscurecieron por el humo del pozo.
Apo 9:3  Del humo salieron langostas sobre la tierra,[c] y se les dio poder, como el poder que tienen los escorpiones de la tierra.
Apo 9:4  Se les mandó que no dañaran la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna ni ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuvieran el sello de Dios en sus frentes.[d]
Apo 9:5  Pero no se les permitió que los mataran, sino que los atormentaran cinco meses; y su tormento era como el tormento del escorpión cuando hiere al hombre.
Apo 9:6  En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.[e]

Apo 9:7  El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra;[f] en las cabezas tenían como coronas de oro, sus caras eran como caras humanas,
Apo 9:8  tenían cabello como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones;[g]
Apo 9:9  tenían corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla;[h]
Apo 9:10  tenían colas como de escorpiones, y también aguijones, y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.
Apo 9:11  Sobre ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.[i]

Apo 9:12  El primer ay pasó; pero vienen aún dos ayes después de esto.[j]

Apo 9:13  El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro[k] que estaba delante de Dios,
Apo 9:14  la cual decía al sexto ángel que tenía la trompeta: «¡Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates!».[l]
Apo 9:15  Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar la tercera parte de los hombres.
Apo 9:16  Y el número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos millones. Yo oí su número.
Apo 9:17  Así vi en visión[m] los caballos y sus jinetes, que tenían corazas de fuego, zafiro y azufre. Las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre.[n]
Apo 9:18  Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres: por el fuego, el humo y el azufre que salía de sus bocas,
Apo 9:19  pues el poder de los caballos estaba en sus bocas y en sus colas, porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas y con ellas dañan.

Apo 9:20  Los demás hombres, los que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos ni dejaron de adorar a los demonios y a las imágenes de oro, plata, bronce, piedra y madera, las cuales no pueden ver ni oir ni andar.[ñ]
Apo 9:21  No se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus robos.